Reseña | Alien: Earth, una serie para el debate de los fans.

¿La serie es buena? ¿Es mala? Son preguntas inevitables cada vez que se estrena una nueva producción, sobre todo si pertenece a una franquicia tan icónica como Alien. Y no es para menos, invertir horas en una serie puede ser una gran recompensa o una pérdida de tiempo. Lo cierto es que hace mucho no veía una serie que me generara tanto debate interno como Alien: Earth.

La historia nos sitúa en una nave espacial en misión de recolectar muestras de vida extraterrestre. Sin embargo, algo sale terriblemente mal, el experimento falla y la nave termina estrellándose en la Tierra. Entre los restos, una de las muestras alienígenas logra escapar, lo que da paso a una misión de mercenarios que deberán enfrentarse a las criaturas entre los escombros y los pocos sobrevivientes. Ambientada dos años antes de la Alien original de 1979, esta serie busca expandir el universo de la saga, ofreciendo nuevas perspectivas sobre el origen de los xenomorfos y el papel de la humanidad frente a ellos.

Pero ¿qué hace que esta serie sea tan debatible? En mi opinión, los personajes “humanos” son el primer punto de conflicto. Cuando escuchamos “serie de Alien”, muchos imaginamos ocho episodios llenos de suspenso, con un xenomorfo acechando a su presa y desatando el terror. Sin embargo, mantener ese tono durante una temporada completa sería un reto casi imposible, y probablemente agotador. Para mi sorpresa, Alien: Earth toma otro rumbo ya que amplía el universo de esta franquicia, centrándose en los androides y en el avance tecnológico que permite la creación de modelos “híbridos” con transferencia de conciencia humana. La serie plantea que este proceso funciona mejor en niños que en adultos, lo que abre un debate ético y moral sobre los límites de la ciencia y el significado de ser humano. Este enfoque filosófico, más cercano a Blade Runner o Ex Machina que al terror puro, aporta una nueva dimensión al universo Alien. ¿Qué nos define como especie? ¿Hasta qué punto la manipulación biológica puede considerarse evolución y no destrucción? Son preguntas que la serie logra poner sobre la mesa con bastante solidez.

Pero también entiendo a los fans o incluso a los espectadores más casuales a quienes la serie no les terminó de convencer, especialmente por el elemento de los “híbridos”. En algunos casos, como el de Wendy (interpretada por Sydney Chandler), esta idea se siente coherente dentro del contexto; sin embargo, en otros personajes puede resultar algo molesta. Comprendo que se trata de niños en cuerpos adultos, pero ese toque infantil, llevado a extremos en ciertas escenas, llega a ser irritante y rompe fácilmente la tensión o el suspenso que la historia intenta construir. Por otro lado, destacó el papel del androide Kirsh, interpretado por Timothy Olyphant, quien aporta un aire de misterio y mantiene viva la intriga a lo largo de la serie. Además, a medida que la trama avanza, notamos un cambio en el comportamiento de los xenomorfos, algo que probablemente no será del gusto de los fans más clásicos de la saga.

En conclusión, Alien: Earth viene a mover los cimientos de una saga clásica bastante querida y que con el paso de los años suma tanto detractores como de fans, en lo personal es una serie bastante disfrutable, pero creo que se falló en el marketing de la serie, en el cual se debió enfocar más en los personajes que solo al xenomorfo como principal eje para ver esta serie, que además cuenta con una buena calidad visual y que en varios capítulos por si solos cuentan como una película. Personalmente, esa profundidad conceptual fue lo que más me atrapó, Alien: Earth no es la serie que esperábamos ver, pero quizás es la que necesitábamos para entender que el verdadero horror no siempre viene del espacio, sino de lo que somos capaces de crear.