Dwayne Johnson, mejor conocido como The Rock, continúa expandiendo su rango actoral en “La Máquina” (The Smashing Machine), un drama biográfico producido por A24 y dirigido por Benny Safdie, que retrata la vida del legendario luchador de MMA Mark Kerr. En esta apuesta, Johnson se aleja de sus habituales papeles de héroe de acción o comedia para adentrarse en una interpretación más cruda, introspectiva y humana, donde el riesgo artístico sobresale tanto como el mensaje que la cinta busca transmitir.
Narrar la vida de un luchador podría parecer un terreno ya demasiado explorado. La historia del atleta golpeado por la vida que busca redención o gloria ha sido llevada al cine en incontables ocasiones desde Rocky hasta The Wrestler. Sin embargo, La Máquina se desmarca de esas narrativas al enfocarse en las consecuencias personales y emocionales de la disciplina extrema. Aquí no se trata solo de victorias o derrotas, sino del precio psicológico y físico que paga quien vive obsesionado con el rendimiento y el éxito.

Johnson ofrece una versión más vulnerable y contenida de sí mismo, en un papel donde su transformación física y emocional sorprende. Su caracterización es impactante, no solo por el maquillaje (que en momentos lo hace casi irreconocible) sino por su esfuerzo por transmitir las grietas internas del personaje. Aun así, algunos diálogos se sienten planos o demasiado recitados, restando naturalidad a ciertos momentos de gran carga dramática. Por otro lado, la participación de Ryan Bader como el luchador Mark Coleman aporta autenticidad al universo de las artes marciales mixtas, aunque su interpretación evidencia que no proviene del mundo actoral, dejando algunos contrastes de tono en pantalla más si se tiene conocimiento de la persona real que interpreta.

A pesar de estos altibajos, La Máquina logra entregar una historia profunda y honesta sobre la fragilidad humana detrás de la fuerza bruta, una exploración al mundo de la MMA y de la alta competencia. Es una película sobre la rehabilitación, no solo del cuerpo, sino también de la mente y del alma. Puede que algunos espectadores esperen una cinta más oscura o con un clímax trágico, pero el enfoque esperanzador que el filme propone resulta refrescante dentro del género.