Sin lugar a dudas, uno de los sucesos más esperados de este 2020 era la vuelta a las pantallas del rey de los doramas, el único e inigualable Gu Jun Pyo, o más conocido por su nombre real, Lee Min Ho. Luego de que el servicio militar coreano nos privara de su presencia por casi dos años completos, el evento del año era el estreno de este dorama que realmente prometía. Y chicocos, cumplió. Y como ni un otro dorama lo ha hecho anteriormente.
En su primer capítulo, la historia muestra como una persona salva al príncipe heredero de una muerte segura en el Reino de Corea (año 1994, si 1994): un mundo paralelo, donde las Coreas nunca se dividieron y luego de lograr desligarse del imperialismo japonés, se conformaron como un Reinado. El rey es asesinado y de no ser por esta desconocida, el príncipe también hubiese muerto. Antes de caer desfallecido, logra rescatar una credencial de una tal Jung Tae Eul, quien, por 25 años, creyó era su rescatadora.
25 años más tarde, vemos a la increíble Jung Tae Eul (Kim Go Eun), teniente de la policía de la República de Corea, que un día, camino a su casa, ve una extraña escena: Un Jinete en su caballo en plena calle. Como buena policía, va a pedirle una explicación a esta persona, quien, al reconocerla, no duda en abrazarla como si la conociera de toda la vida. Esta persona era el Rey del Reino de Corea (Lee Min Ho).
Sin entender que ocurría, lo lleva a la comisaría, pensando que cada una de las cosas que le contaba se trataba de un chiste, pero, por más que tomaba sus huellas (que no arrojaban identidad alguna), o que analizará los billetes que traía (donde por cierto, él es la imagen principal de ellos) e incluso, logrará vender sus diamantes (que si eran reales por mucho que los analizaran), nada calzaba con todo lo que este extravagante personaje le contaba.
A decir verdad, este dorama es un poco enredado. Tiene muchos viajes en el tiempo, dimensiones paralelas, idas y vueltas y es muy fácil perderse. Pero créanme que cuando le agarran el ritmo, lo terminan amando. Y es que, si bien es un detalle sumamente significativo y que te derrite el corazón, el romance no es lo principal ni lo que mas te llama la atención. Una vez que captas la historia principal, como diría Sheldon Cooper, no necesitas dormir, necesitas más respuestas. Y es que realmente la intensidad de este dorama es potente.
Y bueno, para que hablar de las actuaciones, si pusieron a dos armas increíblemente exquisitas en cuanto a actuación se trata. Porque ojo, Lee Min Ho no es el único que se luce. Kim Go Eun logró taparle la boca a todas las personas que la creían una actriz plana, y esto porque no solo se luce haciendo dos papeles, sino que son dos personalidades totalmente distintas. Y no solo eso, la segunda personalidad desencaja totalmente con lo que sabemos de esta actriz. Cuando inicié el drama y vi los primeros 5 capítulos, me dije: nuevamente Kim Go Eun haciendo lo mismo. Pero cuando aparece su contraparte del Reino de Corea, quedas con la boca completamente abierta. Si ya sabíamos que era una buena actriz, este dorama solo logra que recordemos lo increíble que esta mujer es. Pero lo mejor de todo, es que estos dos actores mostraron una química tan grande y exquisita en pantalla, que no la veía desde los Song-Song (RIP), y realmente me hicieron querer que como seres humanos normales sean una hermosa pareja.
Pero este drama no estuvo exento de polémicas. Y es que algo importante que me gustaría destacar es lo polémicos que han sido los doramas de Netflix, porque se están saliendo totalmente de la norma que acostumbramos de la vida perfecta en Corea y cualquier detalle que importune a los coreanos lo vuelven polémica. Pero esto sólo logró que en el país asiático bajara tanto la audiencia que marcó dos récords. Uno por la mayor audiencia en el primer capítulo y otro por la audiencia más baja en el último capítulo. Pero saben que, las polémicas eran tan absurdas, que ni siquiera importaron, porque el dorama es una obra maestra, y no me importa lo que digan las personas, que es enredado o que no tiene mucha trascendencia la historia, porque si te das un tiempo, la puedes entender a la perfección.
Y por eso, mi nota para este dorama son 5 cafés.