La cruda realidad del crimen organizado de Japón a manos del director Fujii Michihito.

Este largometraje de 2 horas retrata la historia de las familias yakuzas entre los años 1999 a 2019. En este tiempo el director muestra el auge y el descenso de la mafia japonesa. Una mirada interna de lo que sucede y no desde la mirada de la sociedad como estamos acostumbrados a ver.

El argumento gira en torno a Yamamoto Kenji, cuyo padre muere de sobredosis, lo que le provoca una gran desesperación y odio a las drogas. Esta situación lo incita a meterse en problemas y debido a sus acciones decide unirse a un sindicato del crimen organizado. 

La nueva familia que lo adopta a una edad temprana es uno de los grupos más influyentes de Japón, la pandilla Shibasaki Hiroshi. Kenji jura lealtad a su jefe de la vieja escuela y se compromete a adherirse al código familiar en tiempos de cambio constante.

El guión de “Yakuza to Kazoku: The Family» se desarrolla en 3 arcos fundamentales, 1999-2005-2019 cada uno muestra detalladamente los conflictos internos de las pandillas, el crecimiento de Kenji y cómo tiene que lidiar con los cambios de la sociedad.

Cada uno de los arcos representa una época importante para los yakuza:

1999: es el auge del crimen organizado, tienen el control y poder de gran parte de Japón, se dividen en pandillas que manejan territorios y que luchan por el poder a través de negocios ilegales. En esta época se respetan algunos tratados entre pandillas y se respetan las delimitaciones territoriales.

2005: Empezamos a ver los primeros conflictos, la familia Shibasaki está perdiendo dominio territorial frente a un grupo rival yakuza. La policía comienza a involucrarse en estos territorios dominados por la mafia, ya que quieren que la actividad delictiva desaparezca. La policía comienza a allanar los bares y muchos detectives hacen tratos con grupos rivales para poder deshacerse más rápido de las bandas. 

2019: Se desarrolla 15 años después, luego que nuestro protagonista sale de la cárcel se da cuenta que la vida a la que estaba acostumbrado ya se estaba extinguiendo. Tratando de encontrar a sus antiguos compañeros se da cuenta que la sociedad ha decidido evitarlos por completo. Viviendo al día y ganando dinero de pequeños trabajos Kenji decide salirse de la yakuza y tratar de insertarse a la sociedad moderna, sin embargo, la sociedad tarda 5 años en verte como una persona normal. 

Cada uno de los arcos crea un ambiente bastante desolador que te hace comprender un poco más la vida de los yakuzas, sientes empatía. Con esta película, el miedo que han inculcado muchas películas de esta temática desaparece.

Más que criticar este estilo de vida, el director nos muestra lo duro que es volver a insertarse en una sociedad que quiere que desaparezcas. Podemos ver cómo estos grupos tienen un núcleo familiar mucho más firme, cómo protegen, aman y tratan de formar una familia como cualquier otra persona. 

Si bien, veremos muchas muertes sangrientas, también podemos ver cuestionamientos de los mismos personajes por el estilo de vida que siguen. Si sus acciones valen la pena, si el tiempo compensa todo lo que han perdido. 

El orgullo y honor es algo que también juega un papel importante en las decisiones a lo largo del film. Un film sentimental que representa muy bien el sentido de pertenencia de las personas y la adaptación en sociedad que no olvida fácilmente su pasado.

Por ser una película de mi género favorito, y tener un argumento diferente e interesante, le daré 5 cafés.