Quizás las expectativas estaban un poco bajas después de ver The Predator (2018) película que, si bien intento continuar el universo de la saga Predator original del ya lejano 1987, en lo personal reforzó mi idea de que la seguidilla de cintas que siguieron a la original me dejan con la sensación que no hacen justicia a la propuesta original. Para poder evaluar cada cinta que se fue desarrollando es inevitable no comparar con la primera película, que para cualquier fanático de acción de los noventa es sin duda unos de los referentes. En dicha película se muestra un nivel de acción y suspenso comparable a los mejores thrillers que ha conocido el género de acción hasta la fecha.
Complementar que un nivel de violencia cruda además de mucha testosterona convirtió a la original cinta en una parada obligada para los que disfrutábamos de la acción. Las siguientes películas que ya convirtieron a los personajes en un universo, si bien contaban con distintas calidades no lograban convencer del todo a los exigentes fans más puritanos. Para nuestra alegría este panorama estaría cambiando con el estreno de Prey.
Excelente diseño de locaciones y personajes
La trama como ya nos tiene acostumbrada este tipo de cinta, ya podría ser repetitiva, pero a la vez es funcional a lo que nos propone este universo. Una criatura de otra galaxia deseosa de mejorar sus capacidades en el arte de la cacería es enviada un planeta a cazar las distintas especies que posean ciertos niveles de destreza en someter a otras criaturas. Poder vencer a estos rivales permitirá a estos “depredadores” conseguir una serie de “galardones” para demostrar su expertiz y la capacidad de ir superando distintos retos. La película se encuentra ambientada en el año 1719 en la Grandes Llanuras, ubicadas en norte américa. En donde habitan las tribus Comanches que se preparan antes las amenazas foráneas. La fotografía de los paisajes se encuentran muy bien presentados, mostrando las locaciones extensas con frio matices en bastos campos inexplorados. Las tribus de los comanches también se muestran de buena manera respetando mucho a la cultura de este pueblo, puede chocar en momentos si sentir que hablan en idioma inglés, pero se comprende que este recurso es ocupado para poder desarrollar mejor la historia. El diseño del Predator quizás es uno de los mejores vistos hasta el momento, en donde podemos ver a una criatura más tribal de las que hemos visto, contrastando muy bien con la temática de la cinta.
Mucha acción y suspenso
Unos de los elementos en que siento que Prey se luce, es como maneja el suspenso y la intriga previo a presentar la acción, estos elementos ya fueron muy bien aplicados en la primera película, y acá se repiten de una manera muy lograda. Con combates muy entretenidos en donde se puede ver a los personajes combatiendo en ambientes muy bien logrados en donde el contexto del paisaje es primordial para poder sobrevivir. Cada detalle del ambiente se muestra para que el espectador puede armar pistas de los acontecimientos que están aconteciendo. Haber vuelto al origen de la saga con el factor suspenso como elemento principal creo que fue muy acertado, dejando un poco de lado el exceso de acción a veces sin sentido que hemos podidos presencial en las últimas cintas de acción.
En conclusión, Prey es una película que resulta en casi todos los sentidos y posee elementos de acción y suspenso en equilibrio para mantenernos expectantes, tiene algunos puntos negativos que no llegan a afectar la trama, como en algunos momentos el uso de CGI en animales salvajes que puede llegar a ser notorio al ojo entrenado, o en algunos momentos se puede apreciar muy oscura (en el sentido de que no se puede ver muy bien lo que ocurre). También para los fans acérrimos encontraremos muchas referencias al universo de Predator, por lo cual esta cinta se ganará un buen puesto en nuestras bibliotecas de acción.
