Para el público general, el nombre de Sean Baker puede que no sea de los más populares, pero es un director que en sus mas de 20 años de trayectoria ha sabido hacerse un nombre dentro del cine independiente, como uno de los cineastas mas fascinantes trabajando en la actualidad. Contando con trabajos como The Florida Project (2017) y Red Rocket (2021), ha logrado, a través de un estilo único, tratar una de las temáticas mas recurrentes dentro de su filmografía, y es la de plantar un espejo frente a la realidad, y por que no decirlo, la falsedad del sueño americano.
Estrenada en el pasado festival de Cannes y siendo galardonada con la palma de oro del festival, Anora explora el mundo de las trabajadoras sexuales, strippers y las escorts a través de los ojos de Anora Mikheeva, o “Ani” como le gusta ser llamada, la cual una noche de trabajo común, es presentada a Ivan “Vanya”, un joven ruso hijo de una oligarca familia con una gran fortuna. Este encuentro le mostrara a Ani un mundo totalmente nuevo para ella en la que encontrará una oportunidad para escapar de su situación actual y salir en busca de la vida que cree merecer.
Menos mientras se sepa del film a la hora de adentrarse en él, mucho mejor, ya que, a partir de este punto, la película cuenta con una impredecibilidad única y cambios de tono que nos pueden tomar desprevenidos, sobre todo en su segunda porción. Cosa que vale la pena ir descubriendo a medida que la historia se desenvuelve frente a nosotros. La cinta nos muestra de forma sublime la excentricidad del mundo de una persona acaudalada y con muchos recursos como si de un cuento de hadas se tratara y nos da a entender como las mentes jóvenes pueden caer en el hipnotismo del dinero y las fantasías del sueño americano, el cual, si no es correspondido, puede terminar en una oscura realidad.
Mikey Madison, que interpreta a Ani, nos regala un trabajo realmente sobresaliente, ya que plasma a la perfección la sensualidad, la dureza y el carisma de una persona en su situación, como también la ignorancia de la juventud y las secuelas de pertenecer a un ambiente como el que la rodea. Es pura dinamita actoral.
El resto del elenco también cuenta con un altísimo nivel, donde los personajes siempre se mueven por las áreas grises de la moralidad y nunca siendo personas realmente buenas o necesariamente malas y regalándonos situaciones que pasan de lo cómico y burdo hasta los momentos mas calmos y reflexivos.
La cinematografía también aporta a los distintos contrastes que acompañan a la narrativa. Anora generalmente se encuentra en planos donde su entorno se difumina, logrando una sensación de distanciamiento entre ella y el mundo que la rodea. La iluminación pasa de las brillantes e hipnotizantes luces nocturnas de la ciudad de Nueva York y Las Vegas a aspectos más sombríos y realistas una vez que la historia cambia su curso.
La habilidad de Sean Baker al momento de tomar estos cambios impredecibles en la narrativa recae en que cada situación es tomada con realismo y seriedad. Habilidad que brilla en su mayor esplendor con Anora, y nos adentra siempre de forma magistral en sus historias. Historias de periferia y de los inadaptados colman su ya increíble filmografía y nos regala una vez mas un filme entretenido, con profundidad que se encuentra en las manos de un cineasta con experticia en su materia. Una de las mejores películas del año sin dudas, y por supuesto, mas que recomendada.