La Tierra Desprevenida: La Primera Guerra Formica | Orson Scott Card y Aaron Johnston

Debo confesar que estaba realmente sorprendido cuando me enteré de la llegada de El Juego de Ender al cine. Por fin la adaptación cinematográfica de uno de mis libros favoritos de toda la vida llevada a la gran pantalla. Si bien no iba con altas expectativas a verla por motivos obvios, de que el libro, en la mayoría de los casos sigue siendo mejor que la película, por distintos motivos a discutir,  es bastante disfrutable, y al final de los créditos veo la maravillosa publicidad que advierte de la trilogía de la Primera Guerra Formica. Juro que intenté no gritar, fracasé épicamente.

“La nave minera Cavadora se encuentra alejada de la tierra, en las profundidades del Cinturón de Kuiper”                                         Otras naves mineras, y las familias que viven en las mismas, están tan cerca como lejos de ella. Los sistemas de la nave minera son viejos y empiezan a fallar, y la familia se está volviendo demasiado grande para el tamaño de la nave. Tantos son los problemas que cuando divisan un enorme objeto que se mueve a una fracción similar a la velocidad de la luz, no le dan ninguna importancia. Sin embargo, están equivocados, ya que la presencia de este extraño objeto será decisiva para el futuro de la humanidad durante los siguientes millones de años.”

Sinceramente esta sinopsis me llamó muy poco. Trataba de encontrarle el sentido y la conexión con la saga de Ender, a lo cual en primera instancia no logré. Fue hasta alrededor de un mes de haberlo comprado que realmente me di cuenta que no todo debía tener una gran conexión aún, así que me dije a mí mismo: habrá que darle una oportunidad, ¡después de todo es nuestro autor favorito DAH! Como dice el meme, valió cada #$%#$ segundo, porque es un libro increíble.

El autor es sumamente descriptivo para narrar la historia, y es perfectamente entendible que a muchos pueda no agradarles del todo, pero es necesario, porque eso es lo que ayuda a que el libro sea tan ligero y rápido de leer. Si, usualmente sería todo lo contrario, porque menos, es más, pero lo que ocurre con esta descripción es que es tan amena y rica en detalles que te sumerge en su universo por completo, describe los pensamientos y sentimientos de cada uno de los protagonistas, lo que nos hace vernos identificados en ellos, en sus decisiones, y porque no, en su manera de sentir por alguien, y por tanto, hace que casi ya estemos al final del libro pidiendo que no se acabe o preguntándonos cuando llegará la próxima entrega de la trilogía.

Los personajes que más me han gustado de esta entrega han sido, Víctor Delgado, un joven mecánico en la Cavadora, que debe afrontar la pérdida de su mejor amiga Janda, ya que es trasladada a la familia de mineros italianos. Y que posterior a un ataque que sufren de parte de otra nave minera corporativa, tendrán menos de 7 días para alcanzarla y advertirle que el objeto que se mueve a una fracción de velocidad luz va directamente hacia donde se encuentra ella.

Lem Jukes, capitán de la Makarhu (nave corporativa de Jukes Limited), un ambicioso empresario, que busca continuamente superar su imagen a ojos de su padre Ukko Jukes y del resto del mundo. Y para ello será capaz de pasar por encima de quien se le ponga en frente, o eso es lo que él cree.

Concepción, la veterana capitana de la Cavadora, quién sus decisiones siempre se basan en proteger a su familia, lo más admirable de esta personaje, es que es sumamente inteligente y elocuente. Es una líder nata, y me gusta el salto de papeles que tiene, en un momento puede ser LA CAPITANA de la nave y en otros momentos puede ser esa voz que necesita tu conciencia, que te aterriza y recuerda lo que es verdaderamente importante.

Esta ha sido la entrega que menos me ha gustado de esta trilogía, pero a pesar de ello, lo considero un muy buen libro y por ello lo calificaré con: