Siempre que un director de renombre saca a la luz un nuevo proyecto, independiente de cual sea este, es una cita obligada para todos los amantes del cine. Sean nombres como Cristopher Nolan, Martin Scorsese o en este caso David Fincher, podemos estar seguros de que veremos una obra de autor que desafiará nuestra percepción del cine o la vida de una u otra manera.
The Killer no es la película más profunda de David Fincher, ni tampoco cuenta con la historia más compleja, pero sí es una película creada con el sello de una persona perfeccionista y en total control de su materia. El director vuelve a formar dupla con el guionista de la aclamada Seven (1995), Andrew Kevin Walker, para darnos un estudio de un personaje, en este caso un sociópata ejerciendo el trabajo de asesino a sueldo interpretado por Michael Fassbender, el cual se nos presenta como una persona extremadamente meticulosa a la hora de acarrear su vida y llevar a cabo sus contratos. Una persona siempre apegada al plan y a su mantra como guía, evitando así hasta la más mínima desviación de su objetivo. Pero aprenderá, más temprano que tarde, que ningún plan es infalible y que nada esta libre de la casualidad de la vida, o la mera mala suerte. Esto llevará a nuestro protagonista a enfrentar situaciones y escenarios desconocidos para él y que podrían comprometer el estricto balance de su vida.
Primero quiero destacar la increíble actuación de Fassbender ya que todo el film recae en sus hombros mostrando todos los aspectos de este obscuro mundo del asesinato bajo contrato a través de sus ojos y sus acciones. El actor aporta una gran cuota de fisicalidad al rol, no solo para las escenas mas crudas del film sino que también para los momentos mas sutiles entre los distintos personajes, ya que contamos con un protagonista en su mayoría silencioso y de pocas palabra en donde sus expresiones y acciones hablarán por él. Pero el asesino nos hablará directamente a nosotros. Como muchos films de Fincher, The Killer cuenta con narración del propio protagonista, que lejos de ser un elemento de exposición, resulta una mirada analítica y profunda a la mente del personaje, el cual nos cuenta constantemente el modo de ver la vida y su trabajo y que muchas veces desafiará al espectador con su narración en paralelo con sus acciones que resulta en una mecánica muy interesante para desglosar al personaje y sus decisiones moralmente discutibles.
Un aspecto interesante que me gustaría destacar es como el film toma al resto del elenco de actores y personajes secundarios, todos cumpliendo un trabajo actoral de altísimo nivel y presentándoles, como si de un videojuego se tratara, como “bosses” o jefes dentro de este mundo. Cada uno posee una función y personalidad bastante distintiva del otro aportando nuevas visiones dentro del mundo del asesinato, lo que hace una experiencia muy entretenida por ver cuál será el siguiente obstáculo de nuestro protagonista.
En aspectos técnicos, el film es todo lo que se esperaría de una producción de David Fincher, con una cinematografía y puesta en escena exquisita cortesía de Erik Messerschmidt que cuenta con colaboraciones previas con el director en proyectos como Mank, Gone girl y la aclamada serie Mindhunter. Erik nos presenta una fotografía bastante conservadora y meticulosa al principio del film, pero en el momento en el que nuestro protagonista vive una situación que cambia por completo la dirección de la película, la cinematografía lo hace también, adoptando tomas hechas a mano firme y dando un toque irregular e impredecible al resto del film tal y como le sucede al personaje, excelente toque. Técnicas que Fincher ha ido perfeccionando a lo largo de su carrera están presentes aquí impulsando lo que podría ser un film del montón, a cuotas de calidad dignas del mejor cine, todo milimétricamente orquestado para nuestro deleite en la experiencia como audiencia. Las localizaciones son increíbles y realistas y la edición junto con las coreografías de movimientos entre los actores y el director dan una gran sensación de inmersión y realismo en captar el comportamiento único de los personajes, algo extremadamente difícil de llevar a cabo que solo un maestro como Fincher y su equipo serían capaces de lograr. Con especial mención a la pelea contra “El Bruto”, la cual posee una coreografía y violencia de las mas crudas que he visto en los últimos tiempos. Todo esto acompañado de una música sutil, pero a la vez muy tensa con pulsos que acompañan a la acción del film de forma bastante soberbia y que cumple en todo momento.
Para terminar, hay un punto que me gustaría aclarar para todas las personas interesadas en ver este film. Si nos encontramos haciendo zapping por Netflix y vemos el título de una película llamada “The Killer” protagonizada por Michael Fassbender, podríamos tener la errónea idea de que nos encontramos ante una película de acción de ritmo rápido para poder pasar el rato. No te equivoques. The Killer es un Thriller con todas sus letras. Se toma su tiempo en presentarnos a sus personajes y su mundo, y muchas veces sentiremos que la película nos priva de situaciones que podríamos catalogar como clichés, para darnos un punto de vista distinto, muchas veces no explorado en este tipo de films y ser visto desde un punto de vista más analítico de la moral y el ser humano. Muchas veces las decisiones que toman las personas no son las más obvias o escapan de nuestro entendimiento, esto Fincher lo sabe y nos lo muestra para invitarnos a explorar terrenos desconocidos para la mayoría de nosotros. Dicho esto, un thriller más que recomendado.