Cuesta un poco visualizar palabras para una obra como Dune: parte dos, especialmente a horas post presenciar sin duda una de las obras cinematográficas que (me anticipo a nombrar) será todo un clásico del cine para las futuras generaciones. Y no exageró con esta primera descripción, ya es sabido por la mayoría de los que nos adentramos en la cultura geek que la obra literaria de Dune se debía contar de la manera más épica posible, pero cuesta concebir sólo con la imaginación esta obra. En Dune: parte dos nos encontramos ante una cinta que no escatima en narrar sus historias con sus debidos tiempos y desenlaces, por lo cual creo que fue apropiado a ver separado esta historia en estas dos partes y aun así quedamos con ganas de ver más.
La historia de Dune: parte dos continua donde nos dejó su antecesora y avanza de manera ágil, por lo cual la película no nos soltará hasta su final. En esta segunda parte se mejora casi todo visto en su primera entrega, vemos un elenco más desarrollado y una actuación sobresaliente de Timothée Chalamet (Paul Atreides) que ya se aleja de ser sólo una promesa del cine y lo vemos tomando el rol principal (al igual que Paul Atreides en la historia de Dune) como un nuevo estandarte en la actuación en el cine actual, especialmente para el espectador joven que quiere acercarse al malogrado cine de ciencia ficción actual.
Por parte de la historia, esta continúa enfocándose en las traiciones y venganzas de sus protagonistas por poder controlar los recursos necesarios para poder mantener su poder o en algunos casos permanecer con vida, ya que una serie de reinos intergalácticos ven como la desesperanza y corrupción están corroyendo los orígenes de su poder y con esto la paz entre los distintos reinos. El “poder” en esta historia queda manifestado en el cultivo de las “especias” dichos elementos son de vital importancia para el viaje espacial y que poder adquirir este recurso es el prefacio de una guerra que promete con destruirlo todo. Puedo inferir que se nos presenta una sutil critica a las ideologías y como estas sirven a “los poderosos” para poder manipular y conseguir sus fines.
En el aspecto técnico estamos presente ante unas de las historias de ciencia ficción con mejor cinematografía que podamos presenciar en la actualidad, en donde cada toma y paisajes es estéticamente presentado haciendo ya en si un espectáculo en sí mismo, en donde cada escena nos adentra más a esta desconocida galaxia. Otro apartado que destaca es el sonoro, en donde podríamos decir que forma como una parte esencial de la cinta, la banda sonora nos pone la piel de gallina en los momentos adecuados y conjuga perfectamente con las sensaciones que el guion nos quiere trasmitir.
En conclusión, Dune: parte dos formará parte de los clásicos del cine de ciencia ficción, el director Denis Villeneuve consigue impregnar en esta cinta la magnificencia de una historia que debía ser así contada originalmente, esto sumado a un elenco de lujo, con un ritmo de película que te dejará amarrado a tu asiento de principio a fin, podemos aventurarnos y decir que esta segunda parte le devuelve el factor épico al cine de ciencia ficción bastante alicaído estos últimos años. Si existirá una Dune: parte tres a la fecha lo desconozco, pero ya con estas dos cintas nos podemos quedar tranquilos por haber presenciado una de las mejores epopeyas del cine que podamos experimentar de la última década.